por Berenice Flores
(periodista mexicana)
Huitlacoche fungicida |
Huitlacoche Fungicida presenta una propuesta im-pregnada por los sonidos barrializados de los soni-deros y la cumbia mezclados con un punk desga-rrador, cuyas letras relatan el día a día de viajar en el metro y lidiar con una esperanza que a veces se escapa.
Escucharlos en vivo fue enfrentarse a dejar de encasillar a los proyectos musicales en géneros y subgé-neros, que, si bien lo hago palabras atrás, ninguna termina por atrapar la esencia de esta banda.
Pese a que sus canciones son difíciles de encontrar, vale la pena ir rastreando su corta pero hermosa trayectoria que, probablemente, les llevará por un camino firme para grabar el primero de los tantos discos que su talento tiene para darnos y permitirnos recordar que vivir también implica resistir.
Grito exclamación |
Su disco homónimo es uno de los imprescindi-bles de escuchar para conocer la nueva escena de la música en México. El acercamiento a la vi-da diaria de la periferia y el desplazamiento de personas a otros puntos de la ciudad por el incremento del precio de la vivienda, provoca un disco que hace un llamado a hacer frente al despojo, no inte-riorizarlo y evitar que nos sea arrebatada la idea de vivir.
San Felino Bazar nos invita a recordar dos cosas: que la Ciudad de México se vive más allá de las líneas del metro, las ciclovías y el centro de la entidad, y que la música de la periferia resiste y llega a nuestros oídos gracias a pe-queños espacios como éste, los cuales permiten que ban-das emergentes tengan un momento para que sueños puedan ser escuchados y lograr llevar sus sonidos a otras partes del país y el mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario