Hace más de una década, hace once años, el musicólogo y director de orquesta Miguel Salmon Del Real (México, 1978), quien era entonces Director de la Orquesta Sinfónica de Michoacán, rescató la ópera de Ricardo Castro, La Leyenda de Rudel (estrenada en 1909). El maestro Salmon Del Real hizo la transcripción y la edición crítica de la ópera en el idioma original: francés. La copiaron nota por nota, la imprimieron y la reestrenaron en 2014 en Morelia, hay video de eso en Youtube.
¿Cómo lo hicieron? Fueron a la casa de Ricardo Castro y se les permitió fotografiar página por página el manuscrito hecho por un copista en París a principios del Siglo XX, (del Full Score o partitura orquestal), luego lo pasaron en limpio con un software de computación y la estrenaron en 2014 con Solistas Ensamble del INBA, brillante agrupación de cantantes. Ahora el CENIDIM (Centro Nacional de Investigación y Documentación Musical del INBA) dice que todo ese trabajo lo hicieron ellos. Literal-mente se quieren colgar la medalla de otro, y, según testimonios, ese proceder deshonesto es muy frecuente en el CENIDIM.
En 2012 Salmón Del Real dirigía la Orquesta Sinfónica de Morelia y Solistas Ensamble del INBA esta-ban cantando esa ópera con acompañamiento de piano. Se propuso Salmón, entonces, representar la ópera en la versión original, en francés y con orquesta, para el 150 aniversario del nacimiento de Ri-cardo Castro, que sería en 2014, el problema era que nadie sabía dónde estaba la orquestación com-pleta de la obra, ni una copia, nada. Salmón se puso a hacer una investigación que resultó durísima y por fin localizó en los archivos de la Orquesta Sinfónica Nacional las particellas (las partituras de cada músico de la orquesta) de esa obra, pero la partitura completa no apareció, hasta que por fin contac-tó a los bisnietos del autor, quienes amablemente le permitieron buscar en los archivos del maestro, y ¡Eureka!, allí estaba la obra. Salmon Del Real llevó a un fotógrafo profesional y la fotografiaron hoja por hoja, no les permitieron sacar el manuscrito de la casa, (así debe de ser). Y entonces vino el traba-jo duro: habilitaron un equipo de copistas formado por estudiantes avanzados del Conservatorio de las Rosas de Morelia, y trabajaron arduamente, allá en Michoacán, para ir transcribiendo la obra; el mismo Salmón Del Real también transcribió, revisó y coordinó el trabajo de rescate de la Full Score. Le comentó en aquel entonces de su hallazgo a los del CENIDIM, e incluso invitó al investigador José Antonio Robles Cahero a que escribiera las notas al programa, y así lo hizo, lo llevaron a Morelia a ver las dos funciones, y Robles Cahero se quedó con una copia de las fotos de la partitura, las llevó al CE-NIDIM y ahora resulta que ellos la transcribieron y no la Secretaría de Cultura de Michoacán mediante su entonces director Miguel Salmón del Real.
¿Por qué una institución pública habría de gastar dinero y recursos en hacer una investigación, un tra-bajo que ya está hecho, años antes, que ya otros hicieron? Si la Ópera de Bellas Artes quería montar esa ópera para finales de 2025, era más fácil solicitar a la Orquesta de Morelia el préstamo del mate-rial (como se hace constantemente entre orquestas) que recurrir al CENIDIM para conseguir un mate-rial que hace mucho ya fue rescatado. ¿Se trata de una simulación?, pues es a todas luces un trabajo innecesario.
Ese rescate lo hizo Salmón del Real y la Secretaría de Cultura de Cultura de Morelia hace once años, no el CENIDIM.
Son hechos históricos, hay testigos, está documentado y hasta hay un video en Youtube.
Desde principio de este año pidió cita el maestro Salmón con el Director de la Ópera de Bellas Artes y con el del CENIDIM y se la negaron.
¿Qué pretende el CENIDIM adjudicándose una investigación que saben que no hicieron? Mejor sería que hagan un trabajo honesto, profesional y dedicado, que es su razón de ser. El trabajo de otros in-vestigadores debe ser respetado con honradez e integridad, creo yo.

Nace en Ciudad de México en 1958. Desde temprana edad estudió en el Conservatorio Nacional de Música durante 13 años y terminó los estudios de cantante de ópera y de concierto; estudió también piano composición, dirección coral, entre otras materias. Comenzó a escribir crítica artística en 1981 en El Heraldo de México, bajo la dirección de Luis Spota. Ha sido colaborador en Canal 11, Canal 22, Opus 94, Pro Ópera, La Crónica, Arte y Pasión.
Cantó algunos personajes secundarios en la ópera de Bellas Artes, donde también fue miembro del coro.
Ha escrito crítica de ópera durante 44 años.
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