Vivo sueño es un poema en nueve cantos, también nueve poemas que
forman un solo canto, o bien un canto que narra en nueve formas la historia del
propio poema, el cual a su vez se realiza en un solo espacio: el libro.
En el poema cada canto es el
espacio donde un decir contiene a los otros, los produce, los deriva como en el
sueño. Los cantos entre sí semejan la relación continua que existe entre los
dominios inciertos que el durmiente padece mientras sueña. Al final, todos los
cantos convergen en otro espacio: el del lector.
Vivo sueño, de Cosme Álvarez
Ediciones sin nombre.
CUADERNOS DE LA SALAMANDRA
México, 2006. 104 pp.
Vivo sueño, de Cosme Álvarez
Ediciones sin nombre.
CUADERNOS DE LA SALAMANDRA
México, 2006. 104 pp.
por Cosme Álvarez
Despierto; voy al mundo: huele a cobre,
el mundo huele a cobre, huele a usura,
huele a farsa en la vigilia y en el sueño.
Farsa el hombre en el légamo del lucro,
padrote de la vida cotidiana,
huele al oro del vientre de la tierra,
Prometeo en su máquina de carne,
no hay sangre sino lucro en sus arterias,
no hay puntos cardinales, hay dinero,
el símbolo sagrado de este mundo;
farsa el hombre en el cobre y la codicia,
ha hecho de la vida la Gran Puta,
huele a cobre y a lucro, huele a cerdo,
calcula sus ganancias en estiércol,
los ojos en el dólar de la muerte,
la voz en el sonido de la ussuraa,
sonido gris que repta por el mundo,
limo que iguala el alma y la materia,
con pérdidas, ganancias, dividendos,
el hombre huele a cobre y excremento,
a cobre el empresario de la risa,
a cobre el escritor publicitario,
a cobre el mercader de la esperanza,
a cobre el ingeniero del engaño,
a cobre la sonrisa del banquero,
a cobre la cultura del esfuerzo,
a cobre el promotor de la persona,
a cobre los milagros del mercado,
a cobre el que cultiva fruta muerta,
a cobre el escultor de los metales,
a cobre los burócratas serviles,
a cobre el militar en la batalla,
a cobre la virtud del presidente,
a cobre el diputado en la asamblea,
a cobre los gurús de la noticia,
a cobre el abogado en los juzgados,
a cobre el que comercia con la vida,
a cobre el charlatán que mira dioses,
a cobre el analista de conciencias,
a cobre el bisturí del cirujano,
a cobre la terapia conductista,
a cobre los psicólogos de niños,
a cobre la receta del galeno,
a cobre los poetas que no estallan.
A cobre voy al mundo, estoy despierto,
la voz de la mirada ya no suena,
las alas de mis manos están rotas,
el ave de mi cuerpo se ha cansado.
el ave de mi cuerpo se ha cansado.
Es un poema conmovedor, sobre todo el remate.
ResponderEliminarYa ni de cobre hacen las monedas, máster.
Pero entiendo lo que quieres transmitir, el poema es self-explanatory.
Un abrazo.
Fausto, me deja muy contento que encuentres conmovedor este fragmento del poema. Gracias por tus opiniones. Esta es tu casa y mi Guarida.
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