por Jorge Valdés Díaz-Vélez(poeta mexicano)
RONDÓIUna rosa de arena. Una ventanaal sur del horizonte y el vahídodel próximo edificio. Estoy dormidoy despierto en el alba tan lejana.Pero el sueño es tenaz, su imagen vanacongrega en los cristales lo escindido:el hallazgo en la piel de un sol erguido,cierta ínsula del mar que la profana.El tallo de la flor sube al instanteque vela en el umbral. Deshabitadode mí, oigo el oleaje y su cambiantevaivén de claridad. Su golpe aladoregresa de la espuma silenciosalos pétalos de sal que urdió la rosa.IILenta, pero deprisa, la rupturadel tenso amanecer dobla una ramay subraya el contorno de la camacon sus dedos turgentes. No hay premuraen el ámbar del viento ni en la impuraforma de plenitud. Sólo derramasu fragancia la flor que arde en la llamacautiva de raíz por su hermosura.Desde su vastedad, llevo mi manohacia el pubis rosáceo de la aurora.Voy hacia el corazón que se demoraen dar a su cadencia el fruto humanode la noche que al irse difuminael cáliz natural de cada espina.IIIFrente al mar del peñón ha vuelto el díaa reinar en la rosa. Su lenguajecrea en el ventanal otro paisajey un mástil contra el sol que se deslía.Entra, cubre la página, vacíael íntimo esplendor de su equipajeen el vuelo rasante del follaje.La corola escarlata en agoníabosqueja su quietud, el fuego lentodel cielo estremecido, el pensamientofijo como el fluir de la distanciaque media entre el otoño y esa estanciacerrada en su oquedad. Abro los ojos:Aún están aquí tus labios rojos.
DESIERTO ADENTRORecordarás el mar, el alba siempregris de sus espumas, aquel hipnóticofulgor en la resaca. Has de olvidartus pasos por los círculos del aguadonde no asomará tu rostro niño,ni el de aquella muchacha en una tardecerrada en su memoria. Sin saberlo,sabrás que el mar oxida lo que tocay que sólo conoces de la arenavestigios de su lenta retirada.No emergerá la sal pegada al cuerpocon la fresca sonrisa de otros días,o el pensarte tan frágil, a merceddel vago firmamento del oleaje.Encima de tus párpados, la nocheserá un aullido más de la jauría.
Jorge Valdés Díaz Vélez |
Se le han otorgado el Premio Latinoamericano Plural (1985), el Premio Nacional de Poesía Aguascalientes (1998), el Premio Internacional de Poesía Miguel Hernández-Comunidad Valenciana (2007) y el Premio Iberoamericano de Poesía Hermanos Machado (2011). Ha sido traducido al árabe, francés, griego, italiano, portugués, neerlandés, rumano e inglés. Parte de su obra está incluida en numerosas antologías de poesía mexicana e iberoamericana publicadas en México y en otros países de América Latina, así como en Bélgica, España, Reino Unido, Italia, Grecia y Marruecos.
Como Miembro de carrera del Servicio Exterior fue jefe de cancillería en las embajadas de México en Marruecos y en Trinidad y Tobago, cónsul alterno en el Consulado General de México en Miami, Florida, Estados Unidos de América, director del Centro Cultural de México en Costa Rica y director del Instituto de México en España, países donde además fue consejero cultural. También se desempeñó como consejero de cooperación cultural en las representaciones diplomáticas de nuestro país en Argentina, Cuba, Costa Rica, España, Marruecos y Trinidad y Tobago.
Es miembro distinguido del Seminario de Cultura Mexicana, miembro honorario del Sistema Nacional de Creadores de Arte y consejero editorial de diversas revistas universitarias.
Maravilloso arte poético de este erudito y polímata artista y diplomático,, legítimo orgullo de la poesía y la intelectualidad mexicana... ¡Gracias por compartir!
ResponderEliminarGran poeta
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