ímpetu
de olas
contra
un muro de piedra
y
podrida madera,
la
salobre espuma luna blanquísima
que
sobrepasa el artificial límite
el
soberbio coloso que embiste
se
retira
rehace
sus músculos
de
agua
estudia su ciega acometida
preveo
que el maderamen
podrido en lo profundo
no
soportará más
las
piedras del muro
serán
dispersadas
Daniel Sepúlveda |
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