Por Eduardo Cerecedo
(poeta mexicano)
Árbol su sombra
Tecolutla, Veracruz, 1962. Poeta, narrador y periodista cultural. Actualmente
vive en Ixtapaluca, en el Estado de
México. Es Lic. en Lengua y Literaturas Hispánicas por la UNAM, donde realizó
la Maestría en Letras. Sus poemas y notas críticas, se han publicado en los principales diarios del país y en revistas
especialidades en literatura. Así como en Alhucema, (España), La Casa
Grande (Colombia) y Maestra vida,
en Lima, Perú. Poeta. Ha publicado 22 libros,
los más recientes son: Trópicos I
Antología personal, 2015, Trópicos II. Tu cuerpo como un río (Poesía
amorosa), 2015, Destrucción del amor
(Cuentos), 2015, Trópicos III.
Zoología poética, 2016, Soltar el
corazón, 2016 y El pez que quiso
volar (cuento Juvenil), 2016. Ganó
El Premio Internacional de Poesía “Bernardo Ruiz” 2010 Nezahualcóyotl, Estado
de México, El Premio Nacional de Poesía
Alí Chumacero 2011 Toluca, Estado de México y El Premio Nacional de Poesía
Lázara Meldiú 2012, Veracruz. Así como la Beca de Escritores con Trayectoria,
por el Instituto Veracruzano de la Cultura/CONACULTA/Gobierno del estado de
Veracruz, en 2002, 2006 y 2008. Fue colaborador de Sábado, Suplemento Cultural de Uno
más uno. Colabora para la revista electrónica
Los Escribas y para el supl. Cult. “La Jiribilla”, de El Gráfico de Xalapa con su columna dominical Página nómada. Así
como para el Periódico Espacios de
Cultura, en Neza-Ixtapaluca, en el Estado de México, con su columna “La
Nueva” y su columna Boca de río, en la revista electrónica Piraña. Es jefe de
redacción de La revista de literatura
Bulimia de Camaleones en el Estado de México. Imparte talleres de creación
literaria en distintas instituciones del país. Fue director del Centro
Municipal de Artes Aplicadas (CEMUAA) en Ciudad Nezahualcóyotl. Condujo el
programa de radio Memoria y Celebración: Vuelo de palabras en Radio Faro
90.1 FM. Poemas suyos se ha traducido al portugués y francés.
(poeta mexicano)
Árbol su sombra
El ambiente con su temperatura quiebra lo que ha
dejado de hacer
la mano amiga.
Caricia de ortiga, afelpando un ligero rumor que
despide el cactus
al saberse despojado de algún piropo, envuelto en la
gente,
golpes de ecos a lo oscuro del tiempo.
El estanque revuelve al árbol su sombra, sus
agujeros son escozores
de quietud que el espejo pule en cardumen de follaje
clandestino.
Recinto del agua
La casa es un recinto que el tiempo hace para
entretenerse,
un juego para la memoria, navaja para despertar la
armonía
que fabrica la imaginación en este puerto venido de
otras latitudes.
Pero esos muros tensan un regreso pospuesto
que ha de sostener la lejanía en escollos, rompiendo
de espuma
a las iguanas,
bebiendo del tejado un cauce detenido.
Agua sostenida
En la espalda siento un verdor auspiciado por el
agua prensada
en el muro, el respingo de la luz, apenas tierna se
acomoda junto
a la mesa en la que escribo.
Azota el calor un brío que gobierna el estómago a
esta hora
del día.
La pared afirma la nervadura de la lluvia,
trasluciendo la humedad
de su raíz en sonido como despeñando para filtrarse
en la espesura
que cruza el temblor de mi mano.
Un fondeo
Pensar en el agua, pincharse un ojo a lo suave de lo
amargo, clima
sobre los árboles de caucho, preciso instante
que empujado por el parpadeo hace de la imagen un
río crecido,
por donde transita lo redondo de la piedra.
Es un fondeo de lágrima acusando a la esfinge
detenida por el ojo.
Justo en la estaca afilada por la frescura con que
eleva la verdura el verano
sobre las calles más cerradas a la lluvia que
desgaja en vapores la mañana
en un vuelo de pichíchiles.
Eduardo Cerecedo |
Está incluido en Círculo de Poesía,
Revista de poesía de Escritores Latinoamericanos, en Poetas del siglo XXI antología de poesía mundial, 2015, por
Fernando Sabido Sánchez en España. Su obra se ha editado en 84 antologías,
nacionales e internacionales.
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